En la mayoría de temas cotidianos las mujeres y los hombres tienen distintas formas de pensar o actuar, pero estas diferencias son aún mayores en lo referido a las compras. “Las mujeres piensan en las compras de un modo interpersonal y humano, mientras los hombres consideran que es algo más instrumental. Podríamos decir que en este aspecto las mujeres son de Venus y los hombres de Marte.
Las mujeres son realmente felices cuando pasan todo un día rebuscando entre las colecciones de accesorios y ropa o echando una ojeada a la sección de zapatos. Sin embargo los hombres no tienen esta visión o filosofía de compra, ellos consideran que comprar es más bien una misión. Un hombre no sale a comprar por placer durante todo un día como hacen las mujeres sino que sale con el objeto de adquirir determinado bien y tan rápido como lo hacen quieren abandonar rápidamente el comercio.
A continuación, algunas de las conclusiones recogidas en el estudio “Los hombres compran, las mujeres van de compras”) realizado por Retail Initiative, de Wharton y el Verde Group. Las mujeres reaccionan con mayor intensidad que los hombres ante la actitud de los dependientes. Dan importancia a la familiaridad que estos muestran con los productos de la tienda y su capacidad para determinar qué productos se acercan más a las necesidades y gustos del cliente. Además también valoran mucho a los dependientes que les hacen sentirse importantes. Sin embargo, las reacciones de los hombres están más relacionadas con aspectos utilitarios relacionados con el ambiente de compra, como tener un aparcamiento cerca, que el producto no esté agotado o que las colas para pagar no sean largas porque se estresan con más facilidad.
“Me encanta ir de compras. Me encanta ir de compras incluso cuando mi tiempo es limitado. Simplemente adoro comprar”, comentaba una de las participantes en el estudio, de edad comprendida entre los 18 y los 35 años. Comparemos esta respuesta con la de un varón del mismo grupo de edad describiendo cómo los hombres afrontaban la experiencia de ir de compras: “Vamos a determinada tienda, compramos lo que necesitamos y nos vamos porque queremos hacer otras cosas”.
Para finalizar mencionar algunas curiosidades sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres a la hora de ir de compras.
El tope de aguante de hombre cuando va de compras con su pareja son 72 minutos, antes de perder los nervios y empezar a discutir.
En cuanto a términos físicos se refiere podemos decir que los hombres experimentan una excitación más intensa, pero más corta que las mujeres, a las que la excitación física resultante de una compra les dura un promedio de 15 minutos después del acto comercial. Es decir, el “orgasmo” comercial de la mujer es más largo.
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